Sabemos que a partir de los cuarenta comienza el deterioro cognitivo debido al envejecimiento cerebral. Esperamos, pues, no ser mentalmente tan rápidos y precisos como en décadas anteriores, pero en general confiamos en que la velocidad del declive sea lo suficientemente suave como para garantizar una vejez lúcida.  Por eso, la constatación de que de un tiempo a esta parte tendemos a olvidar nombres de gente que nos han presentado, o hechos que sabemos que sabíamos no pasan de la punta de la lengua nos alarma.

Dicen los expertos que alcanzar la felicidad es mucho más sencillo de lo que pensamos. La ciencia demuestra que para hacerlo, lo importante es la frecuencia con la que experimentamos los momentos felices y no la intensidad de éstos. Debemos aspirar a acumular pequeños momentos de satisfacción diarios, en vez de poner nuestra felicidad en manos de grandes metas futuras. Mejor disfrutar de un libro, un paseo al aire libre con buena compañía, practicar algún deporte o, por qué no, un poco de Brain Fitness, que pensar en lo bien que te vendría un viaje a la India el próximo verano. 

Te planteamos un reto mental para este fin de semana: Un héroe tiene que salvar a su amada de unos duendes malignos y, para ello, debe entrar al castillo maldito. Cuando llega a la entrada del castillo, ve que hay dos puertas cerradas y en cada puerta una cabeza parlante. Después de saludar al héroe, las cabezas le dicen que una de las puertas conduce a su amada y la otra a una muerte segura.

El problema

¿Cuántas veces te han dicho cinco cosas para ir a comprar a la tienda y se te ha olvidado una? ¿Cuántas veces te han dado un número de teléfono y al ir a escribirlo, ya no te acordabas de todas las cifras? Seguro que más de una vez.

La solución

Entrenar la memoria a corto plazo y la memoria de trabajo que es crítica a la hora de almacenar temporalmente la información y manipularla para dar una respuesta rápida.

Animales racionales. Así nos gusta definirnos a los humanos, igual que nos gusta pensar que nuestros cerebros son máquinas perfectas, hechas para percibir la realidad tal como es, asimilar una situación asociada a esa realidad, evaluar perfectamente todas las alternativas posibles, elegir la mejor de entre ellas y actuar en consecuencia. Sin embargo, como bien dice David Ropeik, “el cerebro es sólo el órgano con el que pensamos que pensamos.

Cuando a partir de los 50 años sentimos que nos despistamos con cierta frecuencia, nos preocupamos de que la memoria esté comenzando a fallarnos. Nos asusta pensar que la temida enfermedad de Alzheimer pueda estar acercándose a nosotros. En esa situación, muchas personas se preguntan: ¿Hay factores de riesgo para el deterioro cognitivo cuando somos mayores? ¿Y qué cosas puede uno hacer para protegerse?

Llega septiembre y con él un montón de nuevos propósitos. Pero este mes no sólo es sinónimo de 'vuelta al cole', sino también del temido síndrome postvacacional. Hay quien dice que no existe, pero somos muchos los que sabemos que sí. Compañeros de trabajo, familiares y ¡hasta la vecina! Nadie se cansa de recordar que los días de playa y relax pasaron a mejor vida.

El problema

¿Cómo de lejos te quedan los cuadrados y los cubos de números que hacías con soltura hace unos años? ¿Y sus inseparables amigas, las raíces cuadradas y cúbicas? Seguro que te escuece un poco el orgullo y quieres recuperar, mientras juegas, esas conexiones neuronales perdidas. Con Unobrain, si quieres, puedes.

La solución

Ahora puedes entrenar la capacidad de cálculo mental complejo  y aumentar tu aptitud numérica.

¡Vamos a pensar con los ojos! Aquí tienes un reto mental para estimular tus neuronas...

Josué tiene 8 años y es un niño ‘despistado, algo “vaguete” y bastante rebelde’. Dice que no le gusta estudiar, y para sus padres hacer los deberes es un verdadero suplicio. Se distrae con cualquier cosa y busca mil excusas para levantarse de la silla y salir de la habitación. Su profesora se ha quejado de que habla mucho en clase, no se centra y se olvida llevar los materiales que necesita para trabajar. Y para colmo, hay que hacer siempre lo que él diga porque si no, arma un escándalo.